Sobre la Seguridad en Zonas de Trabajo y Zonas de Vida en Proyectos Internacionales

El nivel de riesgo del país o de la zona donde se ejecuta un proyecto determina el nivel de seguridad que hay que adoptar en todo el conjunto del proyecto, como en los itinerarios logísticos, los movimientos de personal, la forma de suministro, … y también la seguridad en todas aquellas instalaciones de vida y de trabajo, encaminadas a la protección del personal y del material establecido dentro de las mismas.

Aunque el riesgo sea nulo o mínimo, siempre es necesario tener un nivel de seguridad aunque sea mínimo, y centrado en el control de accesos y protección ante algún tipo de amenaza leve y ocasional contra el personal o material ubicado en dichas instalaciones.

Por otro lado, en otros muchos países o zonas es necesario incrementar el nivel de seguridad, siempre acorde al nivel de riesgo real y existente que afecte de una manera u otra a dichas instalaciones. La prevención y la disuasión son factores que en muchas ocasiones determinan el nivel de riesgo local y la seguridad de las instalaciones.

Aunque las instalaciones de vida y de trabajo puedan parecer en un principio disponer del mismo tipo de seguridad, no es así, pues cada una de estas instalaciones son distintas en cuanto a ocupación del personal y funciones. Sin embargo, en muchas ocasiones, las instalaciones de vida están ubicadas dentro de las instalaciones de trabajo o muy cercanas, por lo que puede generarse un plan de seguridad conjunto que responda de forma conjunta a las posibles amenazas resultantes de determinados riesgos. En caso contrario, donde las instalaciones de vida estén alejadas de las instalaciones de trabajo se podrían confeccionar planes de seguridad separados, independientes entre sí, o dependientes en determinados aspectos, como por ejemplo en lo relativo a rotaciones del personal y vehículos.

Sea de una forma u otra, toda instalación de un proyecto, sea de vida o de trabajo, e independientemente del nivel de riesgo existente, debe disponer de un plan de seguridad propio, coordinado y revisable.

Este plan debe incluir y abordar una serie de puntos:

  • Seguridad en distintos tipos de instalaciones y distintas zonas de trabajo. Seguridad en zona de vida, en zonas logísticas, en zonas de trabajo.
  • Seguridad de las instalaciones, del material y del personal ubicado en las mismas.
  • Seguridad en el control de accesos.
  • Seguridad perimetral interno y externo.
  • Vigilancia interna y externa.

Teniendo en cuenta todos estos elementos, han de configurarse todos los elementos propios del sistema de seguridad, relativos a:

  • Comunicación con centros de control y autoridades.
  • Coordinación con los responsables del proyecto y los centros de control, así como con las autoridades locales.
  • Número de guardias y vehículos. Tipos de guardias. Rotaciones. Tipo de material individual y colectivo. Alojamientos.
  • Conocimiento y asunción de las Leyes estatales y locales. Obtención de las licencias.
  • Vehículos de seguridad. Tipos y número. Rotaciones.
  • Planificación de la seguridad dentro de las instalaciones y zonas de trabajo. Puntos sensibles. Entradas y salidas del personal. Control interno del personal. Vigilancia perimetral. Reconocimientos externos en vehículos.
  • Planificación de la seguridad para todos los movimientos de personal para los desplazamientos internos y externos (hacia aeropuertos, hacia otras ciudades, hacia otras zonas de trabajo, visita a proveedores,…)

Una vez realizado el plan de seguridad, éste ha de ser observado fielmente por sus integrantes y por todo el personal ubicado dentro de las instalaciones. La coordinación es básica ante cualquier amenaza, y, sobre todo, debe estar en conocimiento de todos, a excepción de sólo aquellos aspectos claves de la seguridad establecida por los responsables.

Finalmente, puede considerarse la opción de externalizar este servicio a una empresa local, que puede ser una buena opción en cuanto a diversos factores como el precio, el conocimiento de la zona, mejor resolución de problemas locales, pueden evitar un mayor número de riesgos, …

Pero también hay que tener en cuenta factores negativos como pueden ser la falta de profesionalidad, aumentos de precios posteriores, numerosos problemas de todo orden (disciplinarios, cumplimiento de objetivos, falta de profesionalidad, dejación de obligaciones,…). Pero sobre todo, una externalización completa del servicio de seguridad puede afectar a la coordinación de los distintos servicios, la confidencialidad de distintos aspectos y la falta de confianza en general.

Es necesario disponer de toda la documentación e información posible de estas empresas y sopesar con frialdad las mejores opciones posibles (seguridad propia, local o mixta), dependiendo del nivel de riesgo, de la zona o país en cuestión y de sus leyes, así como de los propios posibles.


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